¡Hola! Te estaba esperando
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¡Esto es un sueño hecho realidad! Es emocionante ver cómo se puede ir construyendo, aunque muchas veces lo que más tenemos son intenciones y muchas ganas, pero muchas dificultades para poder hacer nuestros sueños realidad.
Este es un espacio para invitarles a crear. Un lugar en el que encontrarán una fuente de ideas que de a poco aterrizan y se hacen realidad. El denominador común es el amor por la creación. Si te gusta crear, observar, y aportar ideas, entonces este espacio es para ti.
Un poco (o no tan poco) sobre mi
Hola! Mi nombre es Iris Mora, y desde que me acuerdo, he tejido. Mi iniciación con las manualidades fue a través de los palillos. Creo que fue por imitación, en esa edad en que quieres hacer lo que los adultos hacen… y así partí yo, tratando de imitar a mi abuelita o a mi mamá. Ellas fueron mi inspiración. Ellas son mi motivación.
Recuerdo estar en la casa de mis abuelitos, y buscar en los cajones cualquier cosa que se pareciera a los palillos que mi abuelita usaba. Recuerdo usar lápices, clavos, dedos… cualquier cosa que encontrara… y cualquier lana que encontrara.
Este amor por los palillos se mantuvo en el tiempo. Mi mamá entendió que yo tenía una habilidad, y me permitió desarrollarla. Recuerdo estar en el colegio, a los 7 años, y enseñarle a mi profesora a tejer una bufanda… eso me hizo sentir muy importante!
De a poco fui incorporando diferentes intereses en mi repertorio. Tampoco, por ejemplo, recuerdo en qué momento aprendí a tejer a crochet. Sólo sé que me encantaba combinar ambas técnicas en los diseños que tejía. Me dediqué a aprender otras cosas, como hacer telares decorativos, y recientemente el macramé.
Indiscutiblemente internet es un gran aporte. Tuve la fortuna de tener un computador con internet en casa desde pequeña, cuando no era algo frecuente. Y recuerdo también la emoción de mi hermano que trataba de explicarme que, cómo me dijo en ese momento, aunque estuviese navegando por la web el resto de mi vida, nunca vería todo lo que existe en internet. ¡Qué razón tenía! Nunca dejo de asombrarme de las cosas maravillosas que algunas personas están haciendo todos los días por acercarnos a este arte. Como yo aprendí tanto gracias a la ayuda de tantas personas que anónimamente compartían su trabajo, yo también quiero sembrar un granito de arena, y aportar con algo en este maravilloso mundo de la internet.
Creo que el internet es un mundo asombroso, que nos permite conocer a personas que están en el otro lado del mundo, y que están desarrollando técnicas maravillosas. Y hoy, más que nunca, el mundo online es muy importante. Ya entendimos, un poco a la fuerza, que a través del internet podemos aprender, y ahora más que nunca sabemos que gracias al mundo online, las distancias no son el límite.
El tejido, ¿Es una terapia?
Mi paso por esta tierra fue difícil durante mi juventud, pasé 10 años de mi vida con dolores inhabilitantes, que derivaron en 11 intervenciones quirúrgicas. Fue un tiempo muy difícil en mi vida, en el que el dolor no me dejaba pensar ni hacer nada más. Tuve que recorrer un largo camino, Y sin querer ahondar en eso, sólo quiero contarles que, en ese momento, el tejido me salvó.
Mi mamá (que es mi pilar, quien me acompañó en ese duro proceso) entendía mi necesidad de tejer durante este proceso, y me acompañaba a cualquier tienda en las que vendieran lanas, para que yo pudiera calmar mi dolor en la suavidad de las diferentes texturas de las lanas. Existe algo terapéutico, sanador, cuando te entregas a los palillos y las lanas, y como resultado te encuentras con un proyecto lleno de amor. Me imaginaba, con cada punto que tejía, que ayudaba a sanar mis propios tejidos.
Supongo que, en cierta medida, el tejido también me ayudaba emocionalmente. En la medida que tejía, mi concentración se centraba en el proyecto en el que estaba trabajando, y no en el dolor que sentía. Fue, en ese momento, mi cable a tierra.
Mi mamá entendió la necesidad que siempre tuve de sumergirme en lanas. Mi familia me ayudó mucho en ese proceso.
No había mucha variedad de tiendas laneras en mi ciudad natal, por lo que cuando tenía la oportunidad de ir a diferentes ciudades, era más bien una oportunidad para conocer otras tiendas de lana, y también una oportunidad más para darme cuenta que la comunidad que hay detrás de los tejidos y las lanas eran mi tipo de personas: que son comunidad, que se acompañan, se apoyan, se alientan, se ayudan.
Eso quiero lograr. Quiero ser parte de la comunidad. Quiero aportar, y de ese modo devolver la mano con lo que en algún momento recibí.
¡Bienvenida!
Iris